Si Hernán Cortez pasó a la historia con su famoso “Árbol de la Noche Triste”, más reciente, el Atentado a las Torres Gemelas, septiembre del 2001, que marcó a la nación más poderosa y al mundo entero, nosotros no nos quedemos atrás, ya quedó instituido que en México, septiembre es el mes del simulacro con temblor incluido.
Hoy podríamos decir que, septiembre es el mes más anhelado por los mexicanos pero también el mes donde el mexicano ha quedado más aterrado. Y en particular el día 19 de septiembre.
Con justificada razón los mexicanos le tenemos miedo al mes de septiembre, la mayoría de terremotos devastadores que han causado alteración, destrucción y muerte, se han dado en el noveno mes del año.
1985 : 19 de septiembre / Sismo 8.1
2017 : 07 de septiembre / Sismo 8. 2
2017 : 19 de septiembre / Sismo 7. 1
2021 : 07 de septiembre / Sismo 7. 1
2022 : 19 de septiembre / Sismo 7. 4
Según los especialistas los sismos que se han dejado sentir través de la historia en septiembre han sido sólo coincidencias, no hay elemento científico que asegura hasta este momento, que en cada mes de septiembre va haber un temblor sobre todo de alta magnitud.
Lo que es una realidad es que con el auge de las redes sociales, y además el folclor del mexicano, que se mofa hasta de su misma muerte, los terremotos de septiembre se han tomado a “chunga”, el sonido de la alerta sísmica, se utiliza para cualquier tipo de broma, desde las mañanitas en el cumpleaños o la celebración, y hay quien lo pone hasta en los velorios y de los altavoces se hace todo tipo de ocurrencias, con los simulacros muchos padres de familia aprovechan para no llevar a sus hijos a la escuela y en el trabajo, es uno de los días cuando hay más ausencia laboral, ciertamente la sociedad mexicana, ha tenido que aprender de la tragedia, y en la actualidad las construcciones tienen mayor rigor en su implementación, y la población sobre todo en zonas de alta sismicidad, hoy está más alerta, tiene mayor conciencia en caso de un siniestro de este tipo.
Quién lo iba a decir, septiembre el mes que más se quiere, pero también el mes que más se teme.
