Llegar al séptimo piso siempre tenemos que considerarlo un logro y no se exagera, intenta una ocasión, en subir de la planta baja de un edificio caminando al séptimo piso, no todos lo logran, algunos con mucha dificultad, otros con apoyo médico y están los que murieron antes, más o menos así es la vida al cumplir los setenta años de vida.
Muy diferentes cuando cumples 70 años en plenitud de poder, quizá de salud no tanto porque el cuerpo cobra factura y sino que le pregunten el presidente López Obrador, el mejor regalo para Andrés Manuel: Marcelo Ebrard no se salga de morena y se evita ruptura, que quiten a García Harfuch como candidato de la ciudad de México a pesar de tanta ventaja en encuestas y de la simpatía de la mayoría de la ciudadanía capitalina y pongan a Clara Brugada y nadie diga ni haga nada, y que un ministro de la suprema corte renuncie para darle paso a los personajes que el presidente propondrá, seguramente muy ligados a su ideología y movimiento.
Se decía que cuando un presidente entraba a su sexto año de gobierno perdía poder, perdía vigencia y perdí el control de la política del país, en el caso de la actual presidente López Obrador las cosas son distintas, el mantiene el poder absoluto, él decide lo que se hace, y decide quien lo hace, quizá el tiempo ya no le permita encontrar los mecanismos para buscar su reelección, pero Andrés Manuel seguramente tiene en su mente, que a pesar de qué él ya no esté seguirá ejerciendo el poder, bajo la figura de Claudia Sheinbaum, ¿ Será que por eso la eligió a ella ?
Mientras tanto, fiesta en palacio nacional y fiesta para muchos millones de mexicanos, y para otros muchos millones de ciudadanos, están contando los días para el término de este gobierno.
