La estrategia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de modificar el abasto de gasolina para evitar el robo en los ductos ha causado que las estaciones de servicio en varios estados, y ahora en la Ciudad de México, se queden sin combustible y tengan que cerrar.
Reportes de varios medios de comunicación indican que la gasolinera G500, ubicada a un costado de la carretera México-Toluca, cerca de la zona de Santa Fe, no cuenta ni con Premium ni con Magna.
Lo mismo si cede en la estación Pemex de Avenida Tamaulipas, donde tampoco se cuenta con combustible.
En la entrada de Ciudad Universitaria, en el sur de la ciudad, así como en los alrededores del Aeropuerto
Internacional de la Ciudad de México tampoco hay gasolina, así como en la estación ubicada en la Avenida 602, en la colonia Aragón, y en otra localizada sobre Calzada de la Virgen.
Otro de los puntos afectados se ubica en la colonia Roma, en la delegación Cuauhtémoc, donde la estación Pemex de la avenida Álvaro Obregón dejó de prestar servicio.
Sin embargo, el presidente López Obrador dijo en una entrevista televisiva que la medida es la mejor que se
pudo tomar, incluso indicó que en la capital del país tal vez hasta veinte gasolineras estén cerradas, y
aunque no quiso dar una fecha para solucionar el abasto, aseguro que todo se arreglará pronto.
El presidente indicó que:
“Urgía tomar acciones y medidas necesarias para dejar de manifiesto que no se puede tolerar el robo de combustible. Había que mandar este mensaje claro con un plan para movilizar cerca de 4 mil elementos del Ejército y tomar las instalaciones, refinerías y centros de distribución de gasolinas en el país”.
Antes, Petróleos Mexicanos afirmó que en la Ciudad de México y su área metropolitana no hay desabasto
de gasolina y llamó a la población no realizar compras de pánico, ni caer en especulaciones de escasez de
combustible.
