Ante la posibilidad de una erupción del volcán Popocatépetl, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) realiza un monitoreo constante de la actividad. Don Goyo, como se le conoce al volcán, es un peligro latente y en los últimos meses ha tenido actividad extraordinaria.
Por esa razón, la Cenapred detallaron esta mañana las nuevas condiciones y recomendaciones de alerta volcánica ante el incremento de la actividad en el Popocatépetl.
Anunció que se elevó de Amarillo Fase 2 a Amarillo Fase 3, las autoridades federales recomendaron a la población estar atenta y prepararse para una posible evacuación de emergencia.

El nivel de alerta Amarillo Fase 3 la actividad volcánica implica actividad intermedia a alta y crecimiento rápido de domos de grandes dimensiones y destrucción en explosiones fuertes.
Además en las últimas horas se han registrado fumarolas, gas y caída leve de cenizas en áreas cercanas, explosiones de intensidad creciente con lanzamiento de fragmentos incandescentes y posibles flujos piroclásticos de mediano alcance, que son las nubes ardientes con gases volcánicos calientes, algunos sólidos y aire que se mueven a altas velocidades.
Aunque el Cenapred ha aclarado que no se puede predecir una erupción, señala dos posibles pronósticos a analizar que deben considerarse:
- Si la actividad se mantiene en el rango actual. Aunque señalan que el cuerpo de lava está creciendo (no de forma alarmante) en el interior del cráter, pero aseveran que existen posibilidades mayores al 90% de que la actividad se mantenga durante varios años, e incluso desaparezca más adelante.
- Menos del 10% de probabilidades contemplan la posibilidad de que la actividad volcánica crezca y signifique la necesidad de evacuar a la población. Sin embargo, gracias al monitoreo, se mantiene la certeza que en ese caso, se logre realizar una evacuación adecuada.
En caso de erupción
Por otra parte, el Instituto de Geofísica de la UNAM ubica las posibles afectaciones en un radio de 20 a 30 kilómetros. La Ciudad de México, (72 kilómetros); Puebla (43 kilómetros); Cuernavaca (63 kilómetros); y Tlaxcala (53 kilómetros), experimentarían fuertes lluvias de ceniza, sin más.
Además, el hongo de ceniza podría provocar un oscurecimiento parcial o total de la luz del sol. Solo las poblaciones en un radio de 25 kilómetros podrían verse afectadas directamente, pero como lo mencionamos, la
actividad registrada y constantemente revisada por especialistas, aseguran
que las medidas preventivas son las suficientes para evitar una posible tragedia.