Organizaciones de consumidores de 7 países de Europa han presentado quejas ante la Organización Europea del Consumidor alegando que Google no cumple el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) al emplear “tácticas engañosas” en su sistema de localización de usuarios.
En la denuncia se afirma que el rastreo por parte de Google permanece activo en todo tiempo, incluso cuando la opción de localización está desactivada. Además, señala que la información sobre la localización puede revelar mucho acerca de la gente, desde creencias religiosas, afiliaciones políticas o incluso la orientación sexual.
Si esta demanda procede ante la Organización Europea del Consumidor, el GDPR señala que Google podría hacerse acreedor a una multa de hasta el 4 por ciento de sus ingresos globales, lo que sería un aproximado de 4 mil millones de dólares.