El árbitro en cualquier competencia siempre es el personaje incómodo, o el feo de la película. Si lo pudiéramos trasladar a una competencia deportiva, casi siempre el contendiente derrotado le echa la culpa de su derrota o fracaso al árbitro, porque alguien tiene que cargar con los platos rotos, o las fallas, incapacidad o falta de pericia.
México está apunto de celebrar una nueva contienda electoral federal, donde hay competencia para elegir al nuevo presidente o presidenta de México, se va a elegir a 500 diputados, 128 senadores y más de 20,000 cargos públicos en todo el país, incluida la capital de la República, como se le conoce hoy, CDMX, el Instituto Nacional Electoral el (INE), justamente para este proceso electoral, tiene a una nueva presidenta en la figura de Guadalupe Taddei Zavala, algunos dicen que es gente cercana a Morena y López Obrador, otros dicen que por ser la primera mujer al frente del organismo, se tendrá una mejor gestión, y otros dicen que Guadalupe Taddei, será la que termine con los sueños trasformadores de Morena.
Lo más importante para eliminar suspicacias, que la población en México, salgan masivamente a votar, gobernará quién por mayoría haya sido elegida o elegida, segundo le haremos más fácil el trabajo el árbitro si se juega limpio, y de manera copiosa votamos en México.
