Este lunes la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos, más conocida como NASA, anunció la llegada de la Voyager 2 al espacio interestelar, uniéndose así a la Voyager 1, que salió al espacio entre las estrellas en 2012.
La Voyager 2 abandonó la heliosfera, una zona que la NASA define como una “vasta burbuja alrededor del sol y los planetas dominados por material solar y campos magnéticos”, ubicándose actualmente a más de 18 millones de kilómetros de la Tierra.
La información transmitida desde la sonda hacia nuestro planeta viaja a la velocidad de la luz y tarda aproximadamente 16 horas y media en llegar hasta la Tierra.
Voyager 2, la misión más larga de la NASA
Voyager 2 se lanzó dos semanas antes de Voyager 1, el 20 de agosto de 1977, desde Cabo Cañaveral con la misión original de estudiar Júpiter y Saturno en un lapso de 5 años.
Ambas sondas sobrevivieron mucho más tiempo del previsto y al llegar a Saturno tomaron rutas distintas y así Voyager 2 se direccionó para explorar Urano y Neptuno en los años 1986 y 1989, respectivamente.
Esta nave es la única que se ha aproximado a estudiar los planetas más grandes de nuestro Sistema Solar: Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Aunque muchos de sus instrumentos ya están fuera de servicio, Voyager 2 tiene funciones que proporcionarán información única acerca de la naturaleza del espacio interestelar y la NASA espera poder recopilar datos de la nave espacial hasta por lo menos 2025.