Las redes sociales son parte esencial de la sociedad actual, plataformas digitales a las que más del 40 por ciento de la población del mundo tiene acceso.
Y que han tenido un gran impacto en nuestra forma de ver el mundo, de comunicarnos, de desenvolvernos, de informarnos, de consumir y hasta de formar relaciones.
Sin embargo, como suele ocurrir con los grandes avances tecnológicos de la humanidad, el internet ha sido utilizado con fines perversos y destructivos.
Aunque el mal uso que se le da al internet es un tema extenso, en esta ocasión ponemos énfasis en algunas de las principales consecuencias negativas que tienen las redes sociales en los usuarios.
Diversos estudios científicos han demostrado que el uso irresponsable de las redes sociales, así como pasar mucho tiempo en ellas, puede ser perjudicial para la salud física y mental.
Así como causar problemas psicológicos como ansiedad, estrés, irritabilidad, sentimientos de soledad y depresión.
Ansiedad y depresión
La Escuela Europea de Transformación Emocional advirtió que las dinámicas de muchas redes sociales para obtener likes o reacciones y comentarios son capaces de generar una falsa euforia en los usuarios.
Además de la sensación de reconocimiento y pertenencia que las reacciones pueden generar, se logra un sentimiento de satisfacción y realización por haber obtenido respuestas puntuales.
Esta recompensa de euforia es activada automáticamente desde que se recibe una notificación, por lo que el simple sonido de alerta puede generar alivio y placer en el usuario.
Asimismo, la ausencia o tardanza de estas respuestas pueden provocar resultados opuestos y negativos, como irritabilidad, nerviosismo, ansiedad y hasta depresión.
Las redes sociales permiten exponer una realidad sesgada de la vida de cada persona, por lo general las partes más agradables.
Por lo que es muy fácil para el usuario comparar sus circunstancias con las percibidas sobre otras personas por medio de las plataformas digitales.
Estas comparaciones fortalecen sentimientos de baja autoestima y apatía para llevar a cabo actividades de superación personal y esparcimiento.
Es decir, es más fácil desanimarse que inspirarse en redes sociales para salir de la depresión y evitar la procastinación.
Aislamiento
La Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos, dio a conocer que la frecuencia de uso de redes sociales se asoció con un mayor aislamiento social.
Y que el uso de las redes sociales no supone una panacea para ayudar a reducir el aislamiento social percibido.
Una investigación de la ONG Common Sense Media reveló que los adolescentes de entre 13 y 17 años prefieren comunicarse por medio de mensajes de texto o redes sociales que la interacción personal.
Una plataforma peligrosa
Aunque las redes sociales no afectan de igual manera a todas las personas, es importante tener un uso adecuado y responsable de ellas.
Son innumerables los casos de personas que han utilizado las redes sociales para exponer ideas y situaciones indecentes, de racismo, xenofobia, homofobia, violencia, bullying y hasta cometer delitos.