Desde el inicio de la pandemia del coronavirus, diversas instituciones de salud y farmacéuticas han trabajado en la búsqueda de una vacuna.
Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud anticipó que una vacuna efectiva para combatir al CoVid-19 estaría lista aproximadamente un año y medio después del inicio de la crisis sanitaria.
En México actualmente nos encontramos en el pico más alto de la pandemia, con récord en las cifras de contagios y muertos cada día.
¿Medicamentos recomendados?
Aún sin una vacuna efectiva se han señalado alguno medicamentos que podrían paliar los síntomas de la enfermedad o incluso ayudar a combatirla.
El primer fármaco que fue recomendado de manera oficial fue la hidroxicloroquina, sin embargo, la Organización Mundial de la Salud indicó que se retirara la recomendación, debido a su baja efectividad.
Ahora la dexametasona se ha identificado como una medicina de fácil acceso que ha logrado reducir la mortalidad en casos graves de covid-19.
La dexametasona es un esteroide que reduce la inflamación en una variedad de afecciones, incluidos los trastornos inflamatorios, como la artritis y ciertos tipos de cáncer.
Aunque su uso está recomendado únicamente en pacientes críticos y no como un medicamento para evitar el contagio del coronavirus.
La Organización Mundial de la Salud destacó que es muy importante que se use bajo estricta supervisión médica, ya que “no es un fármaco para casos leves ni puede tener uso profiláctico, es un antiinflamatorio muy potente”.
Prevención, la mejor arma
Mientras tanto, a la población en general nos queda esperar al desarrollo y distribución de las vacunas.
La mejor arma contra el coronavirus hasta el momento es nuestro cuidado y prevención al seguir todas las recomendaciones de salud.
Lavarse las manos con agua y jabón constantemente, alimentarse sanamente y beber suficiente agua, mantener la sana distancia, utilizar cubrebocas, mascarilla y guantes desechables, son las principales recomendaciones para evitar contagios.
Y sobre todo, en medida de lo posible, mantenerse en confinamiento voluntario en casa, para evitar la propagación del virus.