El gran estratega político Andrés Manuel, desde hace varios meses atrás, puso en marcha la maquinaria electoral de su partido, Morena y la 4T.
Justamente cuando AMLO le puso nombre particular a quienes aspiraban a sucederlo en la presidencia de la República, las famosas “corcholatas” no eran otra cosa, que un juego estratégico del presidente, para poder realizar una gran partida política, con sus “fichas”, como cuando se juega una partida de ajedrez o en su caso de domino.
Es muy visible que para el presidente, la mula de seis, si fuera un juego de domino, Es Claudia Sheinbaum, o si fuera una partida de ajedrez, el señor Andrés, quiere hacer jaque mate con la jefa de gobierno, otra vez.
También debemos tomar en consideración, al secretario de gobernación, que se mantiene como un emergente al bat, si esto fuera un juego de béisbol, deporte que tanto le gusta el presidente, otra de sus fichas favoritas, el presidente sabe que estás fichas las puede mover, según se vaya necesitando en el tablero político.
Otra de sus fichas, no tan bien vista, pero no por eso deja de ser importante, Ricardo Monreal, que todo indica, se rindió a los designios del jefe supremo Andrés Manuel y sólo participará de membrete en la encuesta para elegir la candidatura a la presidencia de la República y reconocerá el triunfo del vencedor(a) le levantará la mano y se sumará a su triunfo, según los que saben, el zacatecano va por la jefatura de gobierno.
Marcelo Ebrard, el canciller mexicano todavía, podría ser la piedra en el zapato para el presidente Andrés Manuel, y convertirse en el caballo de Troya del partido Morena y la 4T, quizá el hombre más destacado dentro del equipo del gobierno federal, ahora si va por la suya y en esta ocasión no permitirá quedar fuera de la boleta electoral por la presidencia de la República, Marcelo por supuesto quisiera ser el abanderado de Morena, pero cada día se ve más difícil que sea él. Marcelo Ebrard construye su propia candidatura, pero si el partido en el poder le cierra la puerta, muchos dicen que está construyendo su candidatura, y ser la carta fuerte que la oposición necesita, no tiene y parece que no tendrá, para competirle por el poder a quien gane la candidatura a la presidencia por el partido del presidente
La convención nacional de Morena es solamente de membrete y es requisito legal electoral, todos en ese partido incluyendo los opositores, saben que la designación final para quien se lleve la candidatura por la presidencia en el 2024 de Morena, será única y exclusiva de cómo mueva sus fichas el presidente de la República Andres Manuel López Obrador.
