La compañía nipona de videojuegos hizo un pacto, sin ánimo de lucro, con escuelas en Estados Unidos y Canadá para llevar su tecnología Nintendo Labo, en la que se ensamblan accesorios de cartón con la consola, a cientos de escuelas de educación básica. Con esto se busca reforzar en los niños el desarrollo de habilidades de comunicación y pensamiento crítico en ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas.