La nave OSIRIS-REx de la NASA detectó moléculas de oxígeno e hidrógeno en Bennu, el llamado “asteroide de la muerte”, el cual ahora, irónicamente, parece ser portador de uno de los elementos vitales para la vida como la conocemos, el agua.
OSIRIS-REx llegó a Bennu el 3 de diciembre después de un viaje de dos años, actualmente se encuentra a unos 12 kilómetros de la superficie del asteroide.
Los datos enviados por la sonda de la NASA indican que la superficie de la roca espacial abunda en minerales similares a la arcilla, lo cual demuestra que en algún momento de su pasado lejano el asteroide tuvo agua líquida.
Agua, combustible espacial

El hallazgo de agua fuera de nuestro planeta representa una gran ventaja para las misiones espaciales, ya que ésta es una fuente potencial de combustible.
Con la capacidad de explotar asteroides para extraer agua se dejaría de depender de la Tierra para obtener combustible para las misiones del futuro, que potencialmente podrían llegar a explorar más en el Sistema Solar.
Bennu, el asteroide con agua
El diámetro del asteroide Bennu es de unos 500 metros, por lo que es imposible que sea capaz de soportar agua líquida.
Los investigadores plantean la hipótesis de que entre 800 millones y mil millones de años la formación rocosa habría sido parte de un asteroide más grande, de más de 100 kilómetros de diámetro, capaz de soportar agua en estado líquido.
Entonces este cuerpo celeste se habría desintegrado en miles de partículas, una de ellas Bennu.