¡Otis ! Es el nuevo nombre del desastre, del horror, la destrucción, la devastación y mucho más de lo que se va a descubrir cuando pasen los días y se conozca a fondo, lo que dejo este monstruo de 1000 cabezas.
El huracán Otis, de la noche a la mañana, en unas horas, se convirtió de un fenómeno metereológico de cuidado, a ser el huracán más devastador categoría 5 en la historia de Guerrero y ya se considera el más letal en la historia de México.
¿Qué pasó ? ¿Qué falló ? ¿Quién se equivocó ? ¿Quién tuvo la culpa?
¿La autoridad no avisó, no alertó a tiempo o será que ni si quiera se enteró de lo que pasaría con este huracán ?
¿Es incapacidad, opacidad o irresponsabilidad ? De los tres ámbitos de gobierno no se hizo uno: municipal, estatal y presidencial.
Acapulco en el estado de Guerrero, es sitio más simbólico de playa para todos los mexicanos, en otras épocas, Acapulco fue el destino turístico más visitado por las grandes estrellas del espectáculo, de la política y la sociedad en el mundo entero.
La devastación que causo el Huracán Otis, afecta al rededor de 2 millones de personas, no hay luz, agua, no hay alimentos, ni servicios, en una palabra Acapulco y municipios aledaños están prácticamente muertos, tenemos que sumarle que tampoco hay orden ni seguridad y por lo tanto los actos de rapiña se agudizan en el puerto y municipios circunvecinos.
No podemos olvidar que la vida de Acapulco es por el turismo de México y el mundo, el huracán lo termino y ya no volverá a hacer el mismo, para que regrese la actividad turística tendrán que pasar semanas, meses, y hay quien dice que serán años. Acapulco ya no existe más.
Lo que urge es la supervivencia de sus habitantes, de la población del general, de sus ciudadanos, de los trabajadores que le daban vida al maravilloso mundo de playa, arena y sol, Acapulco.
Dejando de lado la inacción de las autoridades, el pueblo de México siempre ha sido solidario, generoso en momentos difíciles, hoy Acapulco, su población, sus habitantes necesitan a todos, podemos ayudar, podemos apoyar, existen centros de acopio en prácticamente toda la República mexicana, búscalos en Internet, números de cuenta para apoyar en metálico, lo menos que podemos hacer es mandarles buena vibra y pedir para que esta tragedia sea lo menos doloroso posible y pase pronto
Todas y todos tenemos una historia de vida de Acapulco, es nuestra oportunidad para regresarle al puerto y a su pueblo, un poquito de lo mucho que nos hemos llevado en nuestras vidas y guardado para siempre.
